QUIENES SOMOS

MIMIEL, es el resultado del esfuerzo y dedicación de las abejas y de los apicultores Reme Gutiérrez y Salvador Escobar; desde hace mucho tiempo amantes de la Naturaleza y lo natural.

No contiene aditivos ni tratamientos de ningún tipo. No se calienta ni procesa. Se envasa directamente desde los panales.

Nuestras abejas recolectan el néctar y los mielatos de cerezos, castaños, brezos, robles, encinas y se enriquece con muchas otras especies. Esta combinación le confiere un sabor peculiar que la distingue.


miércoles, 3 de agosto de 2016

COMO VE UNA ABEJA

Bonito artículo de Ecocolmena.com

 El aparato visual de la Apis mellifera

Las abejas adaptan su visión en función de su vuelo o búsqueda de alimentos. Y tres ojos primitivos adicionales le ayudan a saber la hora solar.

Omatidios
El aparato visual de las abejas está formado por dos grandes ojos compuestos situados en posición dorso-lateral de la cabeza y tres pequeños ocelos (pequeños ojos) organizados en triangulo en la parte frontal de la misma.

Los ojos compuestos están formados por un conjunto de unidades ópticas simples, alrededor de 6000 por cada uno, llamadas omatidios, cada una de estas unidades captan una pequeña y especifica porción del campo visual que envían al sistema nervioso el cual procesa y forma una única imagen compuesta por miles de puntos, como si fuese un mosaico. La imagen que se genera no tiene nitidez, debido a eso las abejas tienen que acercarse a una distancia de 5 cm de una flor para distinguirla de las plantas y hojas; aunque para esta labor utilizan otros sentidos 

Otro factor importante es la percepción de los colores que está estrechamente relacionada a la polinización de las plantas con flores; las abejas tienen una mayor sensibilidad a longitudes de onda menores del espectro visual y menor sensibilidad para las longitudes de 


onda larga, eso significa que las abejas perciben los colores del mundo que las rodea de manera muy distinta respecto a los vertebrados superiores. Las flores aprovechan de esta sensibilidad visual de las abejas para su propio beneficio. A los ojos humanos, los pétalos pueden parecer de color uniforme pero éstos presentan áreas que reflejan la luz ultravioleta que guían las abejas hacia la fuente de polen, garantizando de esa manera la polinización.

Diferente es la situación en la percepción de las longitudes de ondas largas que estimulan muy poco los omatidios, lo que deriva que una flor que al ojo humano puede parecer roja, una abeja la percibirá de color negro.

Para las abejas la percepción de los colores depende también de otro factor, la velocidad de vuelo, cuando se encuentran en vuelo a elevada velocidad no perciben los colores, solo vienen percibidos cuando se acercan y dan vueltas lentamente alrededor de las flores.


También el objetivo del vuelo afecta a la percepción de los colores, cuando las abejas se mueven hacia una fuente de alimento tienen una excelente capacidad de discriminar los colores, porque el objetivo es encontrar el polen escondido en las flores más llamativas, pero una vez de regreso hacia la colmena con la bolsa melaria llena, la visión de los colores toma menos importancia, en este caso ponen más atención a otros factores como el superar obstáculos o el reconocimiento de los ambientes, por eso que la percepción de los colores se vuelve superflua.


Además las abejas, como otros insectos, tienen una elevada sensibilidad óptica al movimiento o sea pequeños y rápidos movimientos son percibidos de manera clara y detallada como si fuese en cámara lenta, esta peculiaridad es útil para identificar y seguir otras abejas en rápido movimiento, como ocurre en los vuelos nupciales o cuando enjambran; también interceptan los rápidos movimientos provocados por el viento de las flores más pequeñas o menos coloridas que compiten con las flores más grandes y atractivas para ser polinizadas.

Las abejas ven las películas de acción, como Fast & Furious, como un pase de fotografías sin movimiento.

En complemento a los ojos compuestos, las abejas poseen también “ojos primitivos” llamados ocelos, estos foto-receptores no perciben imágenes sino solamente la intensidad de la luz, incluida la luz polarizada, de esa manera pueden localizar el sol también en condiciones nubladas y por eso resultan tan importantes para su orientación. Las abejas al ocaso del día aprovechan esta percepción de intensidad lumínica solar para estimar la hora del día y calculan sí disponen de tiempo suficiente para recorrer la distancia de vuelta a su colonia.


lunes, 1 de agosto de 2016

LA PIRAMIDE DE LA MIEL

Apicultores crean pirámide iluminada de miel para mostrar sus variedades


Tipos de miel y colores.
Mimiel