QUIENES SOMOS

MIMIEL, es el resultado del esfuerzo y dedicación de las abejas y de los apicultores Reme Gutiérrez y Salvador Escobar; desde hace mucho tiempo amantes de la Naturaleza y lo natural.

No contiene aditivos ni tratamientos de ningún tipo. No se calienta ni procesa. Se envasa directamente desde los panales.

Nuestras abejas recolectan el néctar y los mielatos de cerezos, castaños, brezos, robles, encinas y se enriquece con muchas otras especies. Esta combinación le confiere un sabor peculiar que la distingue.


jueves, 18 de febrero de 2016

¿QUÉ ENFURECE A LAS ABEJAS?



Existen algunas circunstancias en las cuales las abejas se vuelven más agresivas.

COLMENAR ATACADO POR UN OSO
Por eso es muy importante conocer qué factores despiertan el instinto defensivo de la colmena, como: olores, vibraciones, ruidos, colores, colocación de los cuadros y otras cuestiones que explican este comportamiento. Si bien el primer componente defensivo es su propia genética, por otro lado hay circunstancias en las que responden con más virulencia, según: la hora del día, temperatura ambiental, agentes meteorológicos, existencia o no de floraciones, días posteriores a la extracción de miel y algunos apuntan que el estrés producido por la parasitosis de la varroa.

Resultado de imagen de abejas cubren a un hombre
a veces inofensivas
El trabajo en el colmenar puede verse entorpecido si las abejas muestran un alto grado de agresividad.

Por eso necesitamos conocer de qué modo influir positivamente sobre su mansedumbre para evitar que se enfurezcan en exceso y no irritarlas demasiado.

Vamos a analizar la Sensibilidad de las abejas desde el punto de vista del olor, como influye sobre su agresividad y su evaluación desde la llegada al colmenar:
Las abejas son especialmente sensibles a los olores. Ante el posible ataque de un depredador son capaces de advertir la situación de peligro por el olor que desprende.
A veces un apicultor apresurado, un operario nervioso o un acompañante asustado, pueden ponerlas en un estado de alerta, superior al que tienen de forma habitual.
Ante el inminente ataque de un depredador (por ejemplo, un oso) o la invasión de su espacio vital por el apicultor, el primer signo detectado es el olor poniéndolas en alerta. En ambos casos el nivel de alarma y de defensa, por parte de la colonia, irá en aumento, en la misma medida que lo hace la agresión del depredador o intervención del apicultor.
Un manejo por parte del apicultor de forma acelerada, provocando la muerte masiva de abejas, hace que el olor que desprendido por las abejas aplastadas, retroalimenta la agresividad y defensa de la colmena.
En ambos casos las abejas defienden su propia existencia.
Por lo tanto es el olor la primera confirmación de un posible peligro y el primer estimulo que perciben las abejas para ponerse en guardia.
No podemos olvidar que las abejas de la miel (Apis melífera) están concebidas para poder defenderse de sus agresores mediante su picadura.
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Osos en la provincia de Zamora.

Contemplando el olor como primer estimulo y desencadenante de la escalada de agresividad de la colmena, vamos a establecer tres niveles de agresividad que se dan en los momentos de acercarnos al colmenar y manipular en la colmena:

Desde el punto de vista del colmenar (llegada al colmenar y colocación del equipo).
Nivel 1: Que llegando con el vehículo hasta el colmenar, podamos dar un paseo entre las colmenas sin ponernos el equipo. Esto no quiere decir que en un momento dado alguna abeja nos avise de que es hora de ponerse el equipo.
Nivel 2: Que llegando con el vehículo hasta el colmenar, nos permitan ponernos el equipo fuera del coche aunque haya que hacerlo de manera inmediata.
Nivel 3: Que haya que parar el coche 100/200 m. antes de llegar al colmenar, para evitar que nos piquen antes de ponernos el equipo.

Herramienta básica del apicultor. El ahumador

Desde el punto de vista de la colmena (al destapar cada una de las colmenas), quitamos la tapa y despegamos la tapilla lentamente, dejando que el aire y la luz entren lentamente. Sin hacer uso del ahumador.
Nivel 1: Que no ataquen y sigan las abejas con movimientos tranquilos y juguetones. Estas colmenas por su comportamiento son especiales. Con su mansedumbre nos están sugiriendo que seamos cuidadosos y delicados en la manipulación. Nos están pidiendo que no ahumemos.
Nivel 2: Que ataquen al guante, cierto zumbido en el vuelo y ligera alteración en sus movimientos sobre los cuadros.
Nivel 3: Que ataquen a los guantes y a la careta de manera persistente dejando sus aguijones en los guantes y chocándose contra la careta. Moviéndose en oleada sobre los cuadros, mostrando alta agitación.

Ante los diferentes niveles de mansedumbre de las colmenas, la actuación del apicultor debe ser diferente, tenemos que acomodar nuestra actuación a la reacción instintiva de la colmena, para ello iremos siempre un paso por detrás, a través de la percepción y sensibilidad conseguiremos ir al compás de la colmena.

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Por Faustino García. Asesor apícola y Vocal del Patronato de la Fundación Amigos de las Abejas


lunes, 15 de febrero de 2016

JORNADAS APICULTURA EN ANTEQUERA (MALAGA)

Este sábado 13 de febrero, se han celebrado en Antequera las jornadas anuales de apicultura que organiza la Asociación de Apicultores de Málaga.





Como siempre, además de la posibilidad de saludar a otros compañeros y poder compartir experiencias, han conferenciado algunas personas relacionadas con nuestro mundo apícola. 
Así el Sr. Pajuelo, nos habló de las patologías más frecuente en las colmenas y sus soluciones, principalmente centradas en el ámbito de la varroa destructor. Como siempre, su charla se hace amena y útil ya que aporta gran experiencia y capacidad de comunicación.




El Presidente de la Asociación de Málaga, D. Fernando de Miguel, nos instruyó sobre las singularidades de las ayudas oficiales, tanto las correspondientes al Plan Nacional Apícola como las denominadas Agroambientales, en el ámbito de la Comunidad Autónoma. Es increible, el nivel de exigencia y precisión que se requiere actualmente para el acceso a estas ayudas. Llama la atención también, la cantidad de normas legales y conocimientos técnico-jurídicos de los que hay que disponer y aplicar.



Se presentaron también comunicaciones por Silvia Cañas, Directora de la revista Apicultura Ibérica, que nos habló sobre el comercio de miel en general. También otros Biólogos (Dr. D. José Manuel Guerra) y Veterinarios (D. Sergio Gil), hablaron de experiencias propias desde el punto de vista de las feromonas de las abejas y la monitorización de colmenas.


En general, la utilidad y aprovechamiento de las jornadas ha sido positiva, y la afluencia masiva como casi siempre. Merece la pena conservar y fomentar este tipo de actividades desde la óptica del intercambio de información, las nuevas tendencias en el mundo apícola y sobre todo la posibilidad de saludar y compartir con los demás compañeros apicultores.