Durante el último fín de semana, hemos tenido la oportunidad de realizar la revisión del colmenar después de los muchos días de invierno con temperaturas extremas.
Hemos podido constatar varios aspectos importantes que no por sabidos, dejan de sorprendernos. Uno de ellos, es que las extremas temperaturas sufridas, -algunas veces de hasta 15 grados bajo cero- no son un problema para la supervivencia de los enjambres.
Todas nuestras colmenas han pasado la invernada con la cámara de cría y un alza. Las dimensiones y características de las Langstroth, nos obligan a deducir que esta estructura es la más adecuada y adaptada a nuestra comarca y entorno.
Por suerte y como viene siendo nuestra línea de actuación desde el inicio, en las últimas revisiones realizadas el pasado ejercicio, se dejaron reservas suficientes como para que todos los enjambres pudieran responder debidamente a los extremos climáticos. Se trata en nuestra opinión de la principal actitud que debemos mantener para que puedan superar sin problemas la larga temporada de frío de nuestra tierra zamorana.
Por otra parte, sin duda, los tratamientos sanitarios dispensados a las colonias durante el otoño de la pasada campaña, también favorece que se superen los periodos invernales con el máximo de garantías de higiene y sanidad, libres de ácaros o al menos con niveles de tolerancia que garantizan la supervivencia de los enjambres.
No obstante, en una sola colonia, hemos notado una alarmante baja de población, lo que conducirá más que probablemente a la pérdida de esa colmena. Las razones siguen siendo desconocidas, porque éste enjambre ha tenido los mismos cuidados y tratamientos que el resto. Qué elementos o circunstancias han conducido a ello, sigue siendo una incógnita para nosotros.
Desde el punto de vista de las floraciones y alimentación, hemos podido comprobar la continuidad en la entrada de polen de distintas especies, como consecuencia de la cantidad de puesta en todas sus fases existente en los nidos, algunos de los cuales tenían varios cuadros de puesta operculada.
En las imágenes que insertamos se observan panales de construcción totalmente natural, producidos en los huecos intermedios dejados entre cuadros. Una enorme labor de ingeniería que no deja de sorprendernos.
Como puede observarse con suficiente almacenamiento de miel.
Sólo nos queda aguardar el desarrollo de los enjambres hasta la llegada de la próxima primavera esperanzados en el tiempo climatológico adecuado para nuestras amigas.
