Recién envasada |
El 20 de junio de 2015 se aprobó un Real Decreto (R.D. 473/2015), por el cual, se reproduce la Directiva 2014/63/UE. En dicho Real Decreto se indica que en el caso de mezcla de mieles, si estas son originarias de más de un Estado miembro o tercer país, dicha mención PODRÁ sustituirse por una de las siguientes, según proceda:
2º “Mezcla de mieles no originarias de la UE”.
3º “Mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE”.
En la actualidad el etiquetado de la miel tiene algunas deficiencias, que aparecen en la mayoría de las leyendas, como: “Mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE” y habitualmente en letra de mayor tamaño indican “Fabricado en España”. Esta práctica confunde al consumidor, ya que no puede distinguir si la miel procede de España o no.
Esta normativa de etiquetado enturbia la capacidad de decisión de los consumidores, que esperan comprar un producto con unas propiedades específicas que estos productos no garantizan, lo cual perjudica la imagen de las mieles españolas que es el mayor productor de Europa.
En los diez últimos años la producción de miel en España se ha mantenido estable, entre unas 32000 y 34000 Toneladas, mientras que las importaciones de países que no pertenecen a la Unión Europea han pasado de 8000 a 17000 Toneladas, destacando el aumento de la procedente de China, que ha pasado de 3300 a 15000 Toneladas.
La trazabilidad a la que está obligada la producción europea es mucho más exigente que a la que está sometida la miel procedente de China, así como los controles analíticos que se realizan a las mieles importadas.
Otro indicador de calidad de la miel, es el bajo precio al que llega a los envasadores españoles. Como consecuencia, los apicultores españoles tienen que hacer frente a grandes pérdidas económicas debido a la competencia desleal de la entrada de mieles importadas de bajo coste. Esto es un grave perjuicio para la apicultura española, ya que la tendencia que provocan los precios a la baja está impidiendo que los apicultores españoles puedan trabajar en la innovación del sector, algo que resulta imprescindible en un país de las características económicas como España.
Por lo tanto si no establecemos medidas frente a un etiquetado engañoso, el sector apícola en España está abocado a su fin, con el grave perjuicio medioambiental que supone la pérdida del mayor polinizador que existe. LA ABEJA.
En nuestro caso el origen, la trazabilidad y la composición de la miel, está totalmente garantizada.
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