EL ABEJARUCO EN NUESTRAS COLMENAS

Ya conocemos de hace tiempo la incidencia que tienen los Abejarucos (merops apiaster) en las colmenas. 

Algunos años, por diversas razones, su presencia se hace más significativa y sus efectos en los colmenares se multiplica.

Según los autores, un sólo ejemplar puede ingerir diariamente entre 50 y 100 abejas; y si la población es alta como ocurre este año, la afectación de las colmenas resulta evidente.

Durante esta primavera, hemos detectado su presencia en mayor cantidad que otros años, y hemos podido observar sus egagrópilas en los posaderos habituales alrededor de los postes de nuestro apiario.

Sus capturas se producen como consecuencia de vuelos rasantes a lo largo de la fila de colmenas. Sería relativamente fácil, impedir estos ataques con alguna red o tela que se lo impida, siempre evitando que puedan ser capturados con la misma, porque como ya sabemos se trata de una especie protegida.

En nuestro caso, nos hemos visto obligados a utilizar "disuasores naturales" del abejaruco. Hablamos de siluetas de rapaces y figuras de buhos que de alguna forma alerten de la presencia de lo que podrían ser predadores naturales de los mismos.

A estos efectos, con un tablón de chapa y un poco de pintura hemos realizado una silueta de un ave rapaz que cuelga de un hilo de pescar pendiente de un poste de 7 metros aproximadamente. 

Según nuestras observaciones, durante los primeros días, la presencia de estos disuasores es efectiva. Conforme van transcurriendo los días se va perdiendo efectividad por la pérdida del impacto y efecto inicial.

Hemos optado en definitiva por alternar ambos elementos de forma que su eficacia pueda mantenerse durante el mayor tiempo posible.

Esperemos que con la llegada del verano y la mayor abundancia de otros tipos de insectos (avispas, moscas, libélulas, ....) pueda atenuarse la enorme incidencia habida durante la primavera.

En estas condiciones es fácil su captura.